Estamos compuestos por una triple estructura. Son tres partes que debemos conocer profundamente para integrar. La primera es el Cuerpo Físico, la parte densa y material. Solemos confundir nuestro cuerpo con el “yo real”. Esto es un equivocación. El cuerpo físico es nuestro vehículo en este mundo y en esta vida. Es un medio de transporte complejo y sutil, compuesto por diversos sistemas (glandular, circulatorio, nervioso, etc.). El sistema físico debe cuidarse correctamente, para afecte positivamente nuestras actitudes en la vida.
La Mente es la siguiente parte de nuestra triple estructura. Esta suele dominar nuestro comportamiento. Nos subordinamos a sus interpretaciones y dirigimos nuestra acción a partir de esta. La función de la mente es la de pensar y analizar a partir de las percepciones del mundo. La acción le corresponde al Ser. La existencia es previa al pensamiento. Nuestras experiencias son filtradas por la mente. Es esta la que luego crea (y no el mundo) los conceptos de felicidad o infelicidad. La mente tiene un gran poder: crear la realidad. Entonces ¿cómo crear la realidad que quiero vivir? Observando el funcionamiento de la mente sin reacción.
La tercera parte es el Alma. Esta es el combustible que impulsa la vida. Lleva nuestro mensaje y nuestra misión. El Alma esta en el corazón, en el núcleo de nuestro Ser. Esta procedece de la conciencia colectiva. El colectivo tiene más poder que un individuo y continuamente nos devuelve la imagen de nuestro Ser. Cuando se siente un vacío espiritual, es porque se vive desde un “yo” asilado de la conciencia colectiva. El desarrollo de la conciencia colectiva mediante la experimentación del Infinito (el potencial ilimitado de cada Ser Humano) es el puente hacia la conciencia Universal.
La estructura básica del ser se integra con estas tres partes. Al practicar Kundalini Yoga la persona crece experimentando e integrando estas partes. Se revisan actitudes, comportamientos y hábitos emocionales. Esto es poder para vivir la vida. Kundalini Yoga es un yoga de acción, sutil y concreto, fuerte y sensible. Permite desarrollar una mente creativa y neutral, que le permitirá disfrutar de los constantes cambios de la vida.
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