Pausando la Respiración
La
suspensión de la respiración es la extensión conciente de la pausa natural del
proceso de respiración. Entre cada inhalación-exhalación hay una pequeña pausa.
Este es el punto donde el cuerpo se relaja y se abre. Es el punto de “neutralidad”.
Exagerando la pausa se pueden lograr beneficios para
el cuerpo y la mente. La extensión de la pausa se debe lograr con una correcta
combinación calma del cuerpo permitiendo la relajación de las partes que
intervienen en la respiración: abdomen, diafragma y costillas.
Para
practicar tomar postura fácil, sentados con piernas cruzadas. Relajar los hombros, el cuello, la cara, la lengua y
los ojos. La columna debe estar recta y el mentón un poco hacia el cuello
(manteniendo cabeza alineada con columna).
Practicando
la retención con pulmones llenos:
Inhalar
profundo, permitiendo que las costillas se abran y se levanten, relajando el
diafragma y el abdomen. Sostener la respiración en lleno solo el tiempo que se
pueda mantener el cuerpo relajado. Expandir de a poco. Cuando tengas la
urgencia de exhalar, inhalar un poquito más de aire. Esto ayudará a aumentar
paulatinamente el tiempo de retención. Luego
exhalar y repetir. Podes hacer 3 repeticiones y descansar. Continuar durante 3
minutos e ir aumentando el tiempo con la práctica.
Practicando
la retención con pulmones vacíos:
Inhalar
profundo y exhalar por completo, usando el punto umbilical (dos dedos por
debajo del ombligo) para presionar el aire hacia fuera. Mantener este punto
firme hacia la columna. Dejar que las costillas se abran hacia arriba,
relajando el diafragma. Sostener en vacío sólo el tiempo que resulte cómodo y
relajado para el cuerpo. Ante la necesidad de inhalar, exhalar un poquito más
de aire. Luego inhalar y repetir. Como en la respiración anterior, hacer 3 repeticiones y descansar. Continuar
durante 3 minutos e ir aumentando el tiempo con la práctica.
Beneficios
de pausar la respiración:
Retener
con los pulmones llenos afecta al sistema nervioso simpático (el que pone en
“alerta” al cuerpo) y aumenta la presión sanguínea. Retener en vacío afecta al
sistema nervioso parasimpático (el que relaja el cuerpo) y baja la presión
sanguínea.
Estas
respiraciones pueden realizarse ante situaciones de estrés, donde nuestra mente,
nuestro corazón y nuestro cuerpo se desconectan. Antes de actuar bajo presión y
estrés, respirar de alguna de estas maneras como mínimo 7 veces. El Ser se
volverá a conectar y actuará desde su centro.
De las enseñanzas de Yogi
Bhajan